
La súplica, lingüísticamente, significa la petición. En la ley islámica, significa recurrir a Al-lah para obtener lo que un siervo necesita para reformar sus asuntos religiosos y mundanos. Es uno de los mayores actos de adoración que conecta el corazón con su Creador. Al-lah, Altísimo sea, dice: “Y si Mis siervos te preguntan por Mí [¡oh, Muhámmad!, diles] que estoy cerca de ellos. Respondo la súplica de quien Me invoca. [Entonces] que me obedezcan y crean en Mí, que así se encaminarán. [Traducción comentada del Corán 02:186].
Al-lah ha prometido responder y advierte contra la arrogancia dejando de invocarlo, diciendo: “Su Señor dice: “Invóquenme, que responderé [sus súplicas]”. Pero quienes por soberbia se nieguen a adorarme, ingresarán al Infierno humillados. [Traducción comentada del Corán 40:60].
El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) alentó la súplica y la convirtió en la esencia de la adoración, dijo: “La súplica es adoración”. [Narrado por al-Tirmidhi]. Enfatizó que Al-lah es demasiado tímido para que Su siervo le devuelva con las manos vacías si levanta las suyas, suplicando.
Etiqueta de la súplica:
• Ser cortés con Al-lah: alabarlo y agradecerle antes de empezar la súplica, así como pedir paz y bendiciones por el Profeta.
• Buscar momentos virtuosos: como la postración, durante la llamada a la oración y en el último tercio de la noche.
• Tener certeza de recibir la respuesta: Ser persistente y evitar las prisas. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: «La súplica de un siervo seguirá siendo respondida mientras no suplique para un pecado ni para romper lazos familiares». [Narrado por Muslim].
La súplica es uno de los medios que pueden cambiar el destino y evitar la calamidad. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: «Nada devuelve al destino excepto la súplica» [Narrado por al-Tirmidhi].
El Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) afirmó que la súplica tiene tres posibles resultados ante una calamidad: la evita, la alivia o, si ocurre, el siervo es recompensado por ella.
La súplica y la interacción con los acontecimientos:
1. Los fenómenos naturales
El Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) suplicaba cuando llovía, diciendo: «¡Oh, Al-lah! Te pido su bien y me refugio en Ti de su mal». [Narrado por Muslim]
2. Súplica en la Yihad
La súplica fue un arma de victoria, como en las batallas de Badr y Uhud. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: «La súplica de un luchador no es rechazada». [Narrado por Abu Dawud]
3. Súplica por los invitados al Islam
Suplicar por ellos: pidiendo su guía, como lo hizo el Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) con la tribu de Daws: "¡Oh, Al-lah! guía a Daws" [Narrado por Al-Bujari].
Finalmente, la súplica encarna la Unicidad del Señorío y demuestra la necesidad del siervo de su Señor. Ibn Taymiyyah dijo que quien se siente inspirado a suplicar, está destinado a recibir una respuesta. Por lo tanto, el creyente debe esforzarse por recurrir constantemente a Al-lah, observando la etiqueta apropiada y evitando impedimentos, como el consumo de alimentos prohibidos y obtener sustento ilícito, para que se le conceda la aceptación de su súplica y el alivio de la angustia, con el permiso de Al-lah, Altísimo sea.