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Blog entry by Sam Sam

Published Date: 6 June 2025

Alabado sea Al-lah, quien hizo de las festividades una ocasión para la renovación espiritual y social. Que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con el Mensajero de Al-lah, a quien Al-lah envió como misericordia para todos los mundos, con su familia y todos sus compañeros.
Las temporadas de Eid en el Islam no son simplemente días de alegría fugaz. Son, más bien, temporadas educativas que los predicadores pueden aprovechar para fomentar la conciencia religiosa, tender puentes con la sociedad e inculcar valores que logren los objetivos de la Sharía (Ley Islámica). Durante estos días, los corazones de las personas son más sensibles y receptivos a los consejos, lo que los convierte en una oportunidad de oro para predicar con sabiduría y bellas palabras.
Las fiestas: puentes entre el predicador y la sociedad
Las temporadas de Eid se caracterizan por reuniones familiares y una mayor comunicación entre las personas. Esta reunión proporciona una vía para que el predicador esté presente dentro de la sociedad, compartiendo su alegría y guiándolos con una amabilidad acorde con la ocasión. En estos momentos de alegría, las barreras psicológicas se desvanecen y los corazones se abren a la palabra de la verdad, especialmente cuando va acompañada con misericordia y sabiduría.
Quizás lo más importante que puede hacer un predicador es vincular la alegría del Eid con la gratitud a Al-lah por la bendición de completar actos de adoración, como el ayuno en Eid al-Fitr o el Hajj y el sacrificio en Eid al-Adha. Recordar a la gente la gracia de Al-lah al permitirles completar estos actos de adoración conecta la alegría con la gratitud a Dios y el acercamiento a Él, mas no con la mera diversión.

El uso del discurso religioso en momentos de alegría:
El discurso de un predicador durante las festividades debe ser una combinación de recuerdo de Al-lah y alegría legítima. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) bromeaba con sus compañeros y compartía su alegría, sin descuidar su guía. Cuando el predicador pronuncia el sermón del Eid, se centra en los valores de la tolerancia y el mantenimiento de los lazos familiares, citando la historia del profeta Abraham y su hijo Ismael en el Eid al-Adha, o el hadiz del Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él): "No es de los nuestros quien no muestra misericordia con nuestros menores ni respeta los derechos de sus mayores". Narrado por Abu Dawud, Al-Tirmidhi y Ahmad.
También puede utilizar las plataformas multimedia para publicar breves vídeos que recuerden las normas del Eid, como glorificar a Al-láh (Al-láh es el Más grande), alegrar a los niños y ser amable con los vecinos.
En la era multimedia, los mensajes visuales impactantes se convierten en una herramienta eficaz para profundizar los valores sin causar aburrimiento.
Las iniciativas prácticas: Combinar alegría y generosidad:
La da’wa no se limita a palabras, sino que se extiende a acciones. Organizar campañas para distribuir regalos a huérfanos o involucrar a jóvenes en el sacrificio de animales para los sacrificios y distribuirlos entre los pobres reaviva el significado de la solidaridad.
Asimismo, visitar a los enfermos en los hospitales o a los presos nos recuerda que la verdadera alegría reside en compartir el dolor y la esperanza de los demás.
El predicador no debe descuidar la recomendación a la gente de controlar los gastos durante el Eid, para evitar la extravagancia que empaña la alegría de la obediencia, basándose en el dicho del Altísimo: «Coman y beban con mesura, porque Dios no ama a los derrochadores». [Traducción comentada del Corán 07:31].
Equilibrio entre alegría y seriedad: El arte de predicar en ocasiones de festividad
Para no perder credibilidad, el predicador debe preservar la alegría del Eid, evitando sobrecargar su discurso con sermones áridos ni exagerar la diversión, para que no se olvide la santidad del día. La sabiduría reside en integrar la guía en la alegría, como recordar a los padres la necesidad de enseñar a sus hijos el significado de la gratitud al comprar ropa para el Eid o animar a los amigos a ser tolerantes al intercambiar saludos.
Las fiestas: Un recuerdo para renovar, no para imitar:
El éxito de un predicador al aprovechar las temporadas del Eid se mide por su capacidad en transformarlas de una costumbre anual a un ritual de adoración que deje una huella duradera en los corazones. Así como el Hajj renueva la fe y la Umrah elimina la pobreza y los pecados, el Eid debe ser un momento de autoexamen y corrección del camino.
Finalmente, un predicador exitoso es aquel que transforma la alegría fugaz en alegría duradera mediante la obediencia, y hace de las ocasiones del Eid un puente para que las personas crucen de la oscuridad a la luz. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: «Su Señor tiene para ustedes bendiciones durante el tiempo, búsquenlas y aprovéchenlas» (Sahih al-Yami').
Que los días del Eid sean alientos de misericordia, que el predicador pueda aprovechar para trazar el camino de la guía.
Y que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con nuestro líder, Muhammad, su familia y sus compañeros.