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Blog entry by Sam Sam

Alabado sea Dios, Señor de los Mundos, y que las bendiciones y la paz sean con el más noble de los profetas y mensajeros, nuestro Profeta Muhammad, y con toda su familia y compañeros

La vida humana en esta tierra está llena de fluctuaciones y desafíos: alegrías y tristezas, facilidades y dificultades, fortalezas y debilidades. En medio de estos cambios, el corazón humano sigue necesitando urgentemente un rincón fuerte donde refugiarse y un fuerte apoyo en el que apoyarse para encontrar seguridad y tranquilidad en su interior. Este fuerte pilar y apoyo es Dios, Enaltecido sea, el Creador y Administrador del universo.

Recurrir a Dios y aferrarse a Él no es sólo un eslogan levantado o una súplica repetida, sino una forma de vida, una creencia firme y un refugio seguro para todo creyente que se da cuenta de la debilidad de sí mismo y de la grandeza de su Creador. Es un reconocimiento de la pobreza absoluta ante Dios, la necesidad de Dios por encima de cualquier otro, y la confianza total en Él en cada cosa grande y pequeña, en las dificultades y la prosperidad, en secreto y en público.

Quien se adhiere a Dios y confía en Él como debe ser, encontrará en Él ayuda y apoyo, y todas las preocupaciones le serán aliviadas, y todo dolor le será quitado, y será una fortaleza impenetrable contra todo mal.

Este gran principio es el fundamento de la fuerza de la fe, el secreto de la tranquilidad del corazón y la puerta de entrada a la salvación en este mundo y en el más allá, porque conecta directamente al siervo con su Señor y lo despoja de cualquier poder excepto en Dios solo.

 

Recurrir a Dios en el Sagrado Corán:

El Sagrado Corán ha confirmado este gran principio en muchos versículos, incluido el siguiente:

Aférrense todos a la religión de Dios y no se dividan en sectas.” [03: 103].

También, dice: “Quien se aferre a Dios será guiado al camino recto.” [03: 101].

Aferrarse firmemente a Dios es la clave para guiarnos por el camino recto. Porque quien se aferra a Dios y confía en Él, no se extraviará ni será miserable. Como dijo Dios, Enaltecido sea: “y es a Dios que los creyentes deben en comendarse.” [03: 122]. Esta confianza es el pináculo de recurrir a Él y confiar en Él para traer bondad y protegerse del daño.

El Corán deja claro el peligro de recurrir a alguien que no sea Dios, y dice acerca de la condición de quien recurre a los genios:

pero había seres humanos que solicitaban protección a los yinnes, siendo que ellos solo acrecentaban su desvío.” [72: 06].

Quien recurra a alguien que no sea Dios sólo aumentará su debilidad.

Más bien, el Corán nos describe cómo los profetas - la paz sea con ellos - solían volverse a Dios en las situaciones más difíciles, como en la historia de Yunus - la paz sea con él - cuando gritó en la oscuridad:

"No hay otra divinidad más que Tú. ¡Glorificado seas! En verdad he sido de los injustos. Respondí su súplica y lo libré de su angustia. Así salvo a los creyentes. [21: 87-88].

 

Recurrir a Dios en la Sunnah del Profeta:

La Sunnah del Profeta está llena de hadices que instan a la gente a volverse hacia Dios y aferrarse a Él. El Profeta, que la paz y las bendiciones sean con él, le dijo a Ibn Abbas - que Dios esté complacido con ambos:

Si pides, pídele a Dios, y si buscas ayuda, entonces busca ayuda de Dios…” (Narrado por Al-Tirmidhi).

Este hadiz resume la esencia de aferrarse a Dios, ya que enseña al creyente a aferrarse sólo a Dios, y que el beneficio y el daño están únicamente en Su mano.

Y él, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él, invocaba a su Señor, diciendo: "Oh, Viviente [Eterno], Sustentador [y Gobernador de toda la creación] por Tu misericordia busco ayuda. Encárgate de todos mis asuntos por mí y no me dejes solo ni por un abrir y cerrar de ojos". (Narrado por Al-Hakim).

Esta súplica muestra hasta qué punto el siervo carece de su Señor, y que él le es indispensable incluso por un abrir y cerrar de ojos.

De la biografía del Profeta, que la paz y las bendiciones sean con él:

El significado de recurrir a Dios y aferrarse a Él se volvió más claro en la vida del Profeta, que la paz y las bendiciones sean con él:

• Durante la Batalla de Badr, él, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él, permaneció orando e insistiendo hasta que se le cayó la túnica de los hombros: “Oh Dios, si este grupo de gente del Islam perece, no serás adorado en la tierra”. (Narrado por Muslim). Su súplica fue el motivo de la victoria.

• En la Cueva de Thawr, cuando Abu Bakr - que Dios esté complacido con él - dijo: “Si alguien hubiera mirado bajo sus pies, nos habría visto”, el Profeta, que la paz y las bendiciones sean con él, le respondió tranquilizadoramente: “De hecho, Dios está con nosotros”. [09: 40]. Su certeza en Dios fue la razón de su salvación.

Recurrir a Dios y aferrarse a Él es la verdadera fortaleza del creyente y su refugio seguro contra toda preocupación y angustia. El Corán lo ordena, la Sunnah lo insta, y la vida del Profeta, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él, lo encarna en su forma más elevada.

Quien se aferre a Dios como debe, encontrará una seguridad que no se desvanece, un apoyo que no decepciona y un cuidado que no cesa. Hagamos del recurso a Dios un hábito que nos acompañe en los buenos y en los malos tiempos, para que Dios sea suficiente para nosotros y el mejor que se dispone de los asuntos, para que vivamos con certeza, ganemos tranquilidad y seamos salvos en este mundo y en el más allá.