
Alabado sea Al-lah y que la Paz y las Bendiciones de Al-lah sean con el líder de los mensajeros, nuestro profeta Muhammad, con su familia y todos sus compañeros.
La da’wa no es una mera actividad secundaria en la vida del musulmán; es la esencia de su existencia y el mensaje para el cual fue creado. Su legitimidad proviene del fundamento mismo de la existencia humana, como afirma Al-lah, Enaltecido sea, en Su Palabra: “No he creado a los yinnes y a los seres humanos sino para que Me adoren”. (Traducción comentada del Corán 51:56).
De este noble versículo surgen los grandes objetivos de la dawah, cuyos dos pilares fundamentales son aclarar el propósito de la creación y guiar a la humanidad hacia la verdad.
El Primer Objetivo: Aclarar el Propósito de la creación
El primer objetivo de la dawah es descubrir la verdad existencial que la gente ha pasado por alto en medio del ajetreo de la vida material: ¿Por qué fue creado el hombre? ¿Cuál es el propósito de esta existencia? Estas son preguntas que atormentan a los no creyentes, dejándolos confundidos y desorientados.
Al-lah creó al ser humano para adorarlo y unificarlo. Esta adoración es integral y no se limita a los rituales externos, sino que abarca cada movimiento y quietud de la vida, y en todos sus asuntos, ya sean relacionados con el corazón, con los órganos y la lengua, como dice Al-lah, Enaltecido sea: “Diles: “Mi oración, mi ofrenda, mi vida y mi muerte pertenecen a Dios, Señor del universo.” (Traducción comentada del Corán 6:162)
La da’wa desvela las mentes ajenas a la sabiduría de la existencia y nos hace recordar que la vida no es una lucha por la riqueza o el poder, sino una prueba del alcance de nuestra respuesta al mandato de Al-lah. Los profetas, la paz sea con ellos, encarnaron este objetivo, y su mensaje fue uno solo: “Adoren solamente a Dios, pues no existe otra divinidad salvo Él”. (Traducción comentada del Corán 7:59).
El Segundo Objetivo: Guía a las personas por el camino de la verdad
El mayor acto de bondad que un predicador puede ofrecer es salvar a las personas de las tinieblas del extravío a la luz de la certeza, y de las profundidades del politeísmo al despertar del monoteísmo. Este objetivo se manifiesta a través de:
1. Guiar a las personas de la adoración a los siervos a la adoración del Señor de los siervos, corrigiendo su fe y liberando sus mentes de la superstición y el politeísmo.
2. Explicar el camino de la salvación, mediante la enseñanza de la ley de Al-lah, que trae felicidad en este mundo y en el Más allá. Al-lah, Enaltecido sea, dice: “Él es Quien creó la muerte y la vida para probarlos y distinguir quién obra mejor”. (Traducción comentada del Corán 67:2)
3. Misericordia para la creación. El predicador es como una partera que saca al ser humano a ver la vida, lo saca de la oscuridad de la ignorancia a la luz de la fe,
cumpliendo las palabras de Al-lah, Enaltecido sea, que describen al Profeta, que la paz y las bendiciones sean con él: “No te he enviado [¡oh, Muhámmad!] sino como misericordia para todos los seres”. (Traducción comentada del Corán 22:107)
El equilibrio de objetivos en el enfoque de los profetas (la paz y las bendiciones sean con ellos) no los separaba entre estos dos objetivos. Explicar el propósito de la creación era una puerta natural hacia la guía hacia la verdad. El Profeta, que la paz y las bendiciones sean con él, advirtió contra romper este equilibrio, diciendo: “Quien lucha para que la palabra de Al-lah sea suprema, lucha por la causa de Al-lah”. (Bujari)
La da'wah es una lucha para elevar la palabra de Al-lah, no por hegemonía política, ganancias mundanas ni ningún otro propósito.
En conclusión, el éxito de un predicador se mide por su capacidad de lograr estos dos objetivos: responder a la pregunta "¿Por qué estoy aquí?" en la mente de aquellos a quienes llama, y luego los guía hacia la respuesta correcta: la adoración y la adhesión a la ley de Al-lah.
Este es el verdadero llamado que reaviva los corazones como la lluvia reaviva la tierra muerta. Que el lema del predicador sea la palabra de Al-lah, Enaltecido sea: “Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría y bellas palabras”. (Traducción comentada del Corán 16:125). Este es el camino para liberar a la humanidad de la prisión de la ilusión y lanzarla al reino de la sabiduría y la felicidad.
¡Oh, Al-lah! ilumina nuestros corazones con la guía hacia Ti y la debida adoración a Ti, y haz que estemos entre los predicadores activos que se adhieren a la Sunnah de Tu Profeta, la paz sea con él.