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Blog entry by Sam Sam

Published Date: 13 April 2025


Alabado sea Dios, que nos ha honrado con el mes de Ramadán, nos ha guiado a ayunar y a orar durante él, y lo ha concluido para nosotros con Eid al-Fitr, un día de alegría y felicidad, un día de recompensa para los virtuosos y de perdón para los ayunantes. En el Islam, el Eid no es sólo una ocasión de alegría, sino más bien un momento de adoración y gratitud, que concluye días de obediencia y renovación de pactos con Dios.

 
Lo primero que debe hacer el musulmán el día del Eid es pagar el Zakat al-Fitr, una obligación prescrita por Dios para purificar al ayunante de palabras y acciones indecentes, y para hacer que los pobres sean independientes de pedir limosna en un día de alegría. El Profeta, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él, ordenó que se diera antes de salir a la oración del Eid, como en el hadiz auténtico: “El Mensajero de Dios ordenó que se diera el Zakat al-Fitr antes de que la gente saliera a la oración del Eid” (Sahih al-Bukhari). Se da a partir de los alimentos básicos del país, como dátiles o arroz, de conformidad con la Sunnah del Profeta y la guía de los Compañeros, como lo hizo Abu Saeed Al Judri, que Dios esté complacido con él.

 
Está permitido que el musulmán recite el Takbir desde la puesta del sol del último día de Ramadán hasta el final de la oración del Eid, un takbir que expresa la alegría del siervo con su Señor y encarna las palabras de Dios, Altísimo sea: “pero quiere que completen el número (de días) y que proclamen la grandeza de Al-lah por haberlos guiado.” (Traducción del Corán: 02:185). La fórmula establecida para el Takbir por los Compañeros es: Al-lahu Akbar (Dios es el Más Grande), Al-lahu Akbar, Al-lahu Akbar, la ilaha il-la Al-lah (No hay nada ni nadie que merece ser adorado excepto Al-lah), Al-lahu Akbar, Al-lahu Akbar, wa lil-lahi lhamd (a Dios sea la alabanza), sin modificación ni innovación.
Una de las tradiciones del Profeta (BP) en el Eid es bañarse, echarse perfume y vestirse la mejor ropa, lo que confirma que la alegría de la obediencia es inseparable de la buena apariencia.

 
Los Compañeros salían al lugar de oración con sus mejores ropas, para mostrar las bendiciones de Dios sobre ellos.
Luego se realiza la oración del Eid en el lugar de oración, siguiendo el ejemplo del Profeta, la paz y las bendiciones de Dios sean con él, a menos que sea necesario realizarla en la mezquita. Consta de dos rak'as. En la primera rak'a se dicen siete takbirs, incluyendo el takbir de apertura. En la segunda rak'a se dicen cinco takbirs. El imán recita en ellos Surat Al-A'la (cap. 87) y Surat Al-Ghashiyah (cap. 88), como en Sahih Muslim.

 
Después de la oración, los fieles escuchan el sermón del Eid, que es una Sunnah recomendada. Sin embargo, si alguien se retira después de la oración, no es motivo de reproche.

 
Para las mujeres y los niños: ¡alegría que nunca termina!
El Profeta, la paz y las bendiciones de Dios sean con él, estaba ansioso por incluir a todos en la alegría del Eid, incluso a las mujeres menstruantes y a las mujeres jóvenes, para que “sean testigos de la bondad y la súplica de los musulmanes”, como se afirma en Sahih al-Bukhari. Pero prohibió a las mujeres menstruantes entrar al área de oración, para enfatizar la pureza del lugar.

 
Se recomienda intercambiar felicitaciones diciendo: “Que Dios acepte de nosotros y de ti”. Ésta es la guía de los Compañeros, tal como nos fue transmitida en narraciones auténticas. Son palabras sencillas, pero que conllevan significados de amor y fraternidad, y hacen recordar que la verdadera alegría es la alegría de la obediencia.

 
Hagamos de nuestro Eid una combinación de alegría legítima y adoración pura, mostrando nuestra alegría al obedecer a Dios y librando a nuestros hijos de formas prohibidas de entretenimiento.