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Blog entry by Sam Sam

Published Date: 12 September 2025


Alabado sea Al-lah, Señor de los mundos, y que la paz y las bendiciones sean con nuestro Profeta Muhammad, su familia y todos sus compañeros.
La grandeza de la religión islámica reside en ser el mensaje final de Al-lah a la humanidad, una religión integral y completa que no deja ningún aspecto de la vida sin regular y legislar, y que deriva su fuerza y majestuosidad de sus dos grandes fuentes: el Sagrado Corán y la Noble Sunna Profética.

 
Desde el momento en que el Islam amaneció con el envío del Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, la luz de la guía comenzó a extenderse, iluminando los caminos de las tinieblas y la ignorancia que se cernían sobre el mundo. Trajo consigo valores y principios sublimes que establecieron una civilización profunda que cambió el curso de la historia.

 
El Islam no fue simplemente rituales y ceremonias vacías; Más bien, era una forma de vida integral que nutría las almas, refinaba la moral y las elevaba a los niveles más altos de la humanidad. Esto se evidencia claramente en los fundamentos de esta religión. El monoteísmo puro en Al-lah, Glorificado y Alabado sea, es su fundamento, y así lo confirma el Sagrado Corán en numerosos versículos, incluyendo lo que dijo, Enaltecido sea, en Surat Al-Ikhlas: “Di: “Él es Al-lah, Uno. Al-lah es el Absoluto4. No engendró ni fue engendrado. Y no hay nada ni nadie que sea semejante a Él”. [El Corán (traducción comentada) Isa García, 112:1-4]

 
Este noble versículo establece el concepto de unicidad y niega a Al-lah, Enaltecido sea, cualquier compañero o semejanza. Esto libera la mente humana de los mitos del politeísmo y la servidumbre de la creación a la creación, conectándola únicamente con el Creador. De este monoteísmo surge un sentido de orgullo y dignidad humana, donde el hombre se inclina únicamente ante Aquel que lo creó y lo formó.
El Islam no se limita únicamente al aspecto doctrinal; Abarca todos los aspectos de la vida, estableciendo leyes justas que rigen las relaciones entre las personas y salvaguardan los derechos y deberes.

 
Quizás la mejor evidencia de esto sea la justicia social que el Islam estableció y ordenó en el Sagrado Corán, como dice Al-lah, Enaltecido sea: “Dios ordena la justicia, hacer el bien y ayudar a la familia; pero prohíbe la obscenidad, la mala conducta y la opresión. Así los exhorta para que reflexionen”. [El Corán (traducción comentada) Isa García, 16:90]
Este mandato divino no era una simple recomendación, sino un principio rector en la conducta del Profeta, que la paz y las bendiciones sean con él. Era justo en sus juicios entre la gente, sin hacer distinción entre ricos y pobres, fuertes y débiles. Esto fue evidente en la historia de la mujer Majzumi que robó, cuando él, que la paz y las bendiciones sean con él, dijo: “Si Fátima, la hija de Muhammad, robara, le cortaría la mano”. Narrado por Al-Bujari.

 
Este incidente demuestra claramente que la justicia en el Islam está por encima de todas las consideraciones, incluso cuando se trata de los más cercanos. Esto inculcó en los corazones de los compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos, los principios de justicia y equidad, que aplicaron en su gobierno y conducta. La moral virtuosa también constituye un pilar fundamental de esta religión. El Profeta, que la paz y las bendiciones sean con él, fue enviado para complementar la nobleza moral, como dijo: “Solo he sido enviado para complementar la nobleza moral.” (Al-Silsilah Al-Sahihah de Al-Albani).

 
Esta nobleza moral se manifiesta en la honestidad, la confiabilidad, la humildad, la bondad con el vecino, el mantenimiento de los lazos familiares, el buen trato a los padres, el perdón y la tolerancia. Estos son valores que elevan a los seres humanos y crean una sociedad fuerte y cohesionada.

 
En cuanto al aspecto legislativo, el Islam introdujo una legislación equilibrada que tiene en cuenta la naturaleza y las necesidades humanas. Prescribió la oración, que conecta al siervo con su Señor, fortalece su fe y purifica su alma. Prescribió el zakat para purificar la riqueza y lograr la solidaridad social entre ricos y pobres. Prescribió el ayuno para disciplinar el alma y entrenarla en la paciencia y la determinación.
Prescribió el Hajj para unir a los musulmanes de todos los rincones de la tierra bajo un mismo paraguas, en un gran espectáculo que demuestra la unidad y cohesión de la nación islámica. Ninguna de estas leyes fue una carga para la humanidad; más bien, fueron una misericordia, un sistema integral destinado a alcanzar la felicidad en este mundo y en el más allá. Prueba de ello es lo que dijo, Enaltecido sea: “y no les prescribió nada que no puedan cumplir”. [El Corán (traducción comentada) Isa García, 22:78]

 
El Islam es una religión de facilidad, no de dificultades, y una religión de misericordia, no de severidad.
La grandeza de esta religión también reside en su amplitud. No se limita a un solo aspecto de la vida humana, sino que regula todos los aspectos, desde el culto y las transacciones hasta la ética, el poder judicial, la economía y la política. Para todo lo que afecta a la vida y la existencia humana, el Islam ha establecido un enfoque claro y directo.
La humanidad ha presenciado a lo largo de los siglos cómo el Islam sacó a la gente de las tinieblas a la luz y cómo construyó una civilización que iluminó al mundo entero con la ciencia, el conocimiento, las artes y la literatura. Estas civilizaciones fueron faros de guía para las naciones. Esto se logró únicamente gracias a la adhesión de los musulmanes al Libro de su Señor y a la Sunna de su Profeta.
En conclusión, la grandeza de la religión islámica se manifiesta en su carácter de mensaje divino eterno, válido para todos los tiempos y lugares, que satisface las necesidades espirituales y materiales de la humanidad y ofrece un camino claro hacia una vida pacífica y serena en este mundo y un gran éxito en el Más Allá. La vida del Profeta, que Dios le bendiga y le conceda paz, fue una viva encarnación de esta grandeza. Fue un Corán andante, con su veracidad, honestidad, justicia, misericordia y sabiduría. Fue el ejemplo más elevado y un buen modelo a seguir para cualquiera que quisiera aprovechar las fuentes de esta gran religión.

[ Modified: Friday, 12 September 2025, 3:08 PM ]